las llagas d san francisco
Muy oscuro estaba, sentir su cuerpo tibio; con mucho sigilo junto a ella m puse, recostada d costado dándome la espalda estaba, abrazarla intente con mucho cuidado, percibir su dulce fragancia incitaba mi existir resaltando mis sentidos; rozase mis pies a los de ella como caricias torpes de mi ser.Abatido me encontraba pues besarle la nuca trataba, d pronto algo paso... estuvo algo confuso; no entendía muy bien lo k sucedió pero mi corazón gritar keria.... saben k paso; m acababa d despertar; era solo un sueño y mi corazón comenzó a gritar


De aspecto muy acogedor, la pintura algo vieja con una luz muy tenue encima d la puerta, los dos entraron y sobre una cama chismosa se acostaron.
Respondiendo muy rápido dijo – no es tu problema” calle por un momento; alcanzando a mirar su rostro k empapado de lagrimas se confundía con su cabello lacio suelto k brillaba a la luz de la estrellas, cabello k parecía tener vida propia levantándose y moviéndose al ritmo del viento dejando ver sus ojos tristes; parecidos al abismo mas profundo, armándome de valor volví a preguntar - ¿ por k lloras? Con una voz temblorosa dijo – no t importa! Me acogía un a desdicha muy grande desviando la mirada de ella, pude ver el cielo reposar a mis pies con mas hermosura k el mismísimo cielo. Los ojos se me inundaron y el rostro me comenzó a arder sin percatarme una lagrima acababa de derramar y detrás de ella caía otra de pronto escuche su voz cual mal entonada, desafinada y muy pausada preguntarme - ¿por k lloras? – y tu? Le dije, percibí en su mirar una hermosa ternura, ocultada detrás de akellas lagrimas y tratando de consolarse respondió – por unas penas;


